Historia
Los muñecos coleccionables Flipos nacen en el año 2003 como un diseño creado por Margarita Cendales mientras cursaba la carrera de Diseño Gráfico en Bogotá, Colombia. El primer Flipo se trataba de un personaje llamado Kuzú, que vivía en un mundo alterno creado por los libros y se alimentaba de las letras.
Los Flipos no han sido estáticos en su diseño, se han transformado a través del tiempo, así como su creadora los ha visualizado. Iniciaron siendo muñecos alargados, pero con el tronco redondo, lo cual inspiró su primer nombre comercial, Calabazarte. Con el tiempo el diseño fue modificándose y evolucionando para lograr mayor estabilidad, ya que por el volumen de la pieza tendian a caerse y se averiaban, al hacerlos flacos y con la basse continia, es decir que es una sola pieza con las piernas, se logro una gran estabilidad. haciendo de este diseño la formula perfecta para lograr crecer en ventas y producción.
En el 2012, una persona de origen español que los coleccionaba dijo: “¡Eh que me flipan!” mientras los veía, y es que el significado de flipar es sorprender, encantar, lo cual inspiró a cambiar el nombre a “Flipos coleccionables”.
Realmente lo que a su autora le inspiró para su creación no fue nunca crear una empresa, ni siquiera obtener algún lucro, desde su niñez su juguete favorito siempre fue la plastilina, y realizaba figuras complejas, desde dragones hasta maquetas muy elaboradas, y fue en esta forma sencilla pero pensada desde el estudio de las proporciones correctas, entre las dimensiones de cada parte del cuerpo, el tamaño de las extremidades, lo que haría de flipos, una escultura minimalista, divertida y supremamente artística, sea hoy una pieza de arte que muchas personas exhiben en sus espacios y que dan elegancia por lo estilizado y sencillo de su figura, pero también evocan la diversión de un adulto que tiene aun en su corazón a un niño en el recuerdo de sus juguetes y personajes favoritos.